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Madrugadores de Belén

Un poco de historia...

 

Esta corriente de vida se inició en el año 1989, tiempo previo a la inauguración del Santuario de Rancagua, en Chile,  hecho ocurrido el 28 de mayo de 1989. Es una corriente de vida, completamente fundada en la libre voluntad de cada uno de los participantes. Que se va desarrollando en torno a vinculaciones a un lugar de gracias y a una hora de gracias determinada, dándose por añadidura una vinculación a una comunidad de gracias, a un ideal, a la oración, a la adoración, a la Eucaristía y a la Iglesia viva de Dios.

 

La idea del grupo de los madrugadores se lleva a cabo en el Santuario de Belén de Escobar, con el apoyo incondicional de nuestro Padre Benjamín Pereira y se  inicia el 18 de Agosto del año 2007.

 

Esta iniciativa está abierta a todos los hombres que quieren vincularse mas al santuario, y que en un espacio que es propiamente masculino compartir la celebración eucarística y un delicioso desayuno, que lo hacemos acompañado de una amena conversación guiada por el Padre, que busca tratar temas relacionados con nuestra espiritualidad,  con los diferentes aspectos que se relacionan con los roles de padres, hermanos, hijos, esposos y con las dificultades propias de la vida cotidiana masculina.  Cabe destacar los ricos desayunos que se arman en base a los aportes que cada participante hace, muchas veces elaborados por nuestras queridas esposas.

 

Creemos que esta manera de relacionarnos entre nosotros, con lo propio varonil, nos permite crecer en comunidad con camaradería, nos permite fortalecer vínculos y abrir los ojos respecto de nuestra responsabilidad en este mundo, que guiados por la divina providencia y bajo la protección de María, todo se puede lograr, y que el camino a la santidad se hace trabajando arduamente de forma diaria, en el trabajo, con nuestras amistades, nuestro entorno y en especial en nuestra familia.

 

También creemos que este es un camino que nos ayuda de una forma más sistemática en nuestra auto educación, y que junto con la asistencia al santuario nos brinda las gracias del cobijamiento, la transformación y el envío.

 

Por último es importante resaltar el carácter libre de la participación dejando en claro que es un espacio que está disponible y que no implica una obligación. Creemos que la libertad de elección en la participación es fundamental.

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